{"id":1242,"date":"2018-09-26T13:45:40","date_gmt":"2018-09-26T13:45:40","guid":{"rendered":"https:\/\/publications.cog7.org\/?page_id=1242"},"modified":"2022-01-04T15:51:46","modified_gmt":"2022-01-04T15:51:46","slug":"la-ley-del-senor","status":"publish","type":"page","link":"https:\/\/publications.cog7engage.net\/tracts-books\/tracts\/christian-obedience\/la-ley-del-senor\/","title":{"rendered":"La Ley del Se\u00f1or"},"content":{"rendered":"
\"\"<\/a>
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Una Bendici\u00f3n para el Pueblo de Dios<\/h2>\n

Bienaventurados los \u00edntegros de camino, los que andan en la Ley de Jehov\u00e1. Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo coraz\u00f3n lo buscan (Salmos 119:1, 2).<\/p>\n

El Salmo 119 no solo es el cap\u00edtulo m\u00e1s largo de la Biblia, tambi\u00e9n est\u00e1 lleno de alabanzas hacia la ley de Dios.<\/p>\n

En su estructura acr\u00f3stica, 22 secciones corresponden a las 22 letras del alfabeto hebreo, esa es solamente una de las formas en las que el salmista expresa la total bendici\u00f3n de la revelaci\u00f3n de Dios, es decir, su ley.<\/p>\n

Cada secci\u00f3n tambi\u00e9n contiene ocho estrofas (versos) en donde la palabra ley<\/i> o un sin\u00f3nimo (estatutos, preceptos, decretos, \u00f3rdenes, palabras, promesas, leyes<\/i>) se repiten en una gran celebraci\u00f3n. Una o m\u00e1s de estas ocho palabras hebreas aparecen en 172 de los 176 versos de este salmo.<\/p>\n

\u00a1El efecto es asombrosamente inspirador! Por medio del Salmo 119, cristianos de todas las edades han aprendido que la ley de Dios es buena, justa y eterna; probada, verdadera y confiable; preciosa, dulce y maravillosa. La ley es todo esto, no<\/i> se a\u00edsla, y es debido a la virtud en su relaci\u00f3n con Dios. El salmista insiste diciendo, esos son Sus<\/i> caminos y Su<\/i> Palabra.<\/p>\n

Por lo tanto, la ley, nunca se presenta sola como un fin en s\u00ed misma, sino que apunta hacia el Dador de la ley. \u201cGuardar sus estatutos\u201d va de la mano con \u201cbuscarlo con todo [tu] coraz\u00f3n (vv. 2). Lea cuidadosamente, y el Salmo 119 resulta ser tanto un canto de alabanza y petici\u00f3n al Se\u00f1or, como un aplauso de admiraci\u00f3n por su maravillosa Palabra.<\/p>\n

Aqu\u00ed est\u00e1 una peque\u00f1a muestra de c\u00f3mo la ley trae bendici\u00f3n al pueblo de Dios, como dice el salmista:<\/p>\n

Me regocijar\u00e9 en tus estatutos; no me olvidar\u00e9 de tus palabras (v. 16).<\/p>\n

Porque buenos son tus juicios. Puesto que he anhelado tus mandamientos (vv. 39b, 40a).<\/p>\n

Para siempre, Jehov\u00e1, permanece tu Palabra en los cielos (v. 89).<\/p>\n

\u00a1Cu\u00e1nto amo yo tu ley! \u00a1Todo el d\u00eda es ella mi meditaci\u00f3n! (v. 97).<\/p>\n

Maravillosos son tus testimonios; por eso los ha guardado mi alma (v. 129).<\/p>\n

\u00a1Siete veces al d\u00eda te alabo por causa de tus justos juicios! (v. 164).<\/p>\n

Muchos cristianos se estremecen ante tal forma de hablar, especialmente aquellos quienes han conocido la pesada carga del legalismo y que ahora se regocijan en la justicia bendita de la fe en la obra final de Jes\u00fas. Muchos consideran que la ley es algo que pertenece al antiguo pacto, que se ha convertido en algo obsoleto por la gracia y ense\u00f1anzas de Jes\u00fas. Piensan que ha sido remplazada por las dos grandes leyes del amor hacia Dios y hacia el pr\u00f3jimo.<\/p>\n

Basados en las declaraciones del ap\u00f3stol Pablo, hasta podr\u00edan considerar la ley como algo que mata, una obligaci\u00f3n a la que los cristianos ya no est\u00e1n sujetos.<\/p>\n

Por el otro lado, muchos de los sentimientos del salmista se repiten significativamente en el Nuevo Testamento por el mismo ap\u00f3stol Pablo.<\/p>\n

Por ejemplo, \u00e9l escribi\u00f3 a los Romanos, diciendo que una ventaja \u00fanica de ser jud\u00edo es que a ellos les fue confiada la Palabra de Dios\u201d (3:1, 2). Seg\u00fan Pablo, el evangelio de Dios se ense\u00f1a en las Santas Escrituras (Antiguo Testamento 1:1, 2; 16:26), y lo menciona libremente.<\/p>\n

En cuanto a la ley, espec\u00edficamente, Pablo escribe como los gentiles la guardan y obedecen (2:26, 27; 8:4). Y les recuerda a los cristianos de cumplirla, a trav\u00e9s del amor, los Diez Mandamientos junto con el Gran Mandamiento \u201cAmar\u00e1s a tu pr\u00f3jimo como a ti mismo\u201d (Lev\u00edtico 19:18), el cual dijo Pablo, que resume toda la ley (Romanos 13:8-10).<\/p>\n

Adem\u00e1s, no podemos dejar de ver la similitud que hay entre el salmo 119 y la ep\u00edstola a los Romanos que el ap\u00f3stol Pablo escribi\u00f3 con sus propias palabras:<\/p>\n

\u00bfLuego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley (3:31).<\/p>\n

De manera que la ley ciertamente es santa; y el mandamiento es santo, justo y bueno (7:12).<\/p>\n

Sabemos que la ley es espiritual . . . (v. 14a).<\/p>\n

La ley es buena (v. 16b).<\/p>\n

Seg\u00fan el hombre interior, me deleito en la ley de Dios (v. 22)<\/p>\n

En conclusi\u00f3n, con la mente yo mismo me someto a la ley de Dios . . . (v. 25a).<\/p>\n

\u00bfC\u00f3mo puede ser esto posible? \u00bfEl ap\u00f3stol de la gracia escribiendo tan positivamente acerca de la ley cuando aparentemente ten\u00eda muchas cosas negativas que decir de ella?<\/p>\n

Veamos nuevamente la ley de Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento. Vamos a entender su relevancia, si es que tiene alguna para los cristianos que han sido salvos por gracia, y no por su ley. Vamos a ver que significa la ley para aquellos que han sido redimidos por la sangre de Cristo y est\u00e1n vestidos de su justicia solamente por fe (Romanos 5:1, 2, 9, 17; 8:4; Efesios 2:6, 8; G\u00e1latas 3:8; Apocalipsis 7:14).<\/p>\n

Los Diez Mandamientos en el Sina\u00ed <\/b><\/h3>\n

Cuando consideramos la ley de Dios, pensamos en los Diez Mandamientos, hablados por la voz de Dios y escritos con su propio dedo en tablas de piedra. Estos formaron una especie de constituci\u00f3n para el pueblo de Israel y sirvieron como el fundamento para todos los estatutos y decretos dados subsecuentemente a esa naci\u00f3n. Fueron una parte integral de la relaci\u00f3n de Dios con su pueblo bajo el antiguo pacto. Los siguientes puntos, le\u00eddos junto con el salmo 119 son dignos de mencionarse:<\/p>\n

1. Cuando los Israelitas llegaron al Monte Sina\u00ed, donde recibieron los Diez Mandamientos, ya eran un pueblo redimido (\u00c9xodo 20:2).<\/strong><\/p>\n

Israel ya hab\u00eda sido llamado por Dios para dejar Egipto y convertirse en su pueblo (6:6, 7). Ya hab\u00edan puesto en pr\u00e1ctica su fe al cubrirse con la sangre del cordero de la Pascua. Ya hab\u00edan salido de la esclavitud de Egipto por la mano de Dios, y ya hab\u00edan sido \u201cbautizados\u201d al atravesar las aguas divididas del mar (cap\u00edtulos 12-15). A trav\u00e9s de estos versos podemos ver que los Israelitas no fueron liberados de Egipto porque obedecieron los Diez Mandamientos. M\u00e1s bien, se les orden\u00f3 obedecer en el Sina\u00ed porque<\/i> ya hab\u00edan sido liberados del pecado de Egipto.<\/p>\n

El orden de estos eventos es una poderosa lecci\u00f3n para los cristianos. Ninguna ley, incluyendo los Diez Mandamientos, puede servirnos como medio de salvaci\u00f3n. Ninguna ley puede mantener a alguien en una condici\u00f3n salvadora. La salvaci\u00f3n es el regalo de Dios por medio de la gracia. La cual se recibe <\/i>por medio de la fe en la sangre de Jesucristo y se mantiene<\/i> por la fe continua en la sangre de Jesucristo.<\/p>\n

\u00bfEntonces, en donde encaja la ley? Nosotros le amamos y guardamos sus mandamientos \u201cporque \u00e9l nos am\u00f3 primero\u201d (1 Juan 4:19\u20145:3).<\/p>\n

El salmo 119 dice la misma verdad crucial: Salvaci\u00f3n, redenci\u00f3n, liberaci\u00f3n y \u201cvida\u201d son regalos de Dios por su gran amor, no por la ley (vv. 134, 146, 154, 156, 170, 175). Su buena instrucci\u00f3n y nuestra amorosa obediencia seguir\u00e1n el orden apropiado (vv. 97, 113, 163, 165).<\/p>\n

2. Los mandamientos reflejan la gloria y naturaleza misma de Dios.<\/strong><\/p>\n

Las palabras de Dios son justas porque vienen de \u00e9l. Para asegurarnos de esto, los Diez Mandamientos, como est\u00e1n escritos en \u00c9xodo 20 y Deuteronomio 5, reflejan la cultura del pueblo a quien fueron dados originalmente. Tambi\u00e9n es verdad que la mayor\u00eda est\u00e1n dirigidos en forma negativa, comenzando con un \u201cNo. . . .\u201d Pero es de gran importancia recalcar que el precepto fundamental de cada mandamiento refleja el car\u00e1cter de Dios. \u00a1La verdad de los Diez Mandamientos no puede ser cambiada, as\u00ed como tampoco el car\u00e1cter de Dios puede cambiar!<\/p>\n

Dios es la inteligencia y poder final del universo. Por lo cual, es incorrecto que los seres humanos adoren algo o a alguien m\u00e1s, porque al hacerlo niegan la realidad de quien es Dios. Tambi\u00e9n es un error invocar su nombre en cualquier manera que lo degrade, u olvidar el d\u00eda que santific\u00f3 para el bien de la humanidad (mandamientos 1-4). Al abstenernos de deshonrar, matar, adulterar, robar, mentir, y codiciar (mandamientos 5-10), respetamos el honor, la vida, la pureza sexual, la propiedad, reputaci\u00f3n, e integridad de otros, porque esas cosas no son para que nosotros las destruyamos.<\/p>\n

Por lo tanto, los preceptos y principios del dec\u00e1logo reflejan la gloria del Creador eterno del universo. Y no pueden ser terminados, as\u00ed como su gloria tampoco puede ser terminada.<\/p>\n

El salmista demuestra esta relaci\u00f3n esencial cuando canta, \u201cT\u00fa eres justo Se\u00f1or, y tus leyes son justas . . . Todas tus palabras son verdaderas, todas tus leyes son justas y eternas\u201d (Salmos 119:137, 160).<\/p>\n

Los Diez Mandamientos Antes del Sina\u00ed<\/b><\/h3>\n

Dado que los \u201cmandamientos de Dios son ilimitados\u201d sus \u201cleyes justas . . . eternas\u201d (vv. 96, 160), y que reflejan su naturaleza y gloria, no deber\u00eda sorprendernos que formaran una gran parte de lo que era su voluntad para su pueblo antes del Monte Sina\u00ed. De hecho, el libro de G\u00e9nesis indica que los principios contenidos en los Diez Mandamientos fueron aceptados como la voluntad de Dios y quebrantarlos \u00a1era considerado un pecado!<\/p>\n

Por ejemplo, el s\u00e9ptimo d\u00eda fue santificado en la creaci\u00f3n (G\u00e9nesis 2:2, 3) y a los israelitas se les record\u00f3 eso (\u00c9xodo 16), antes del cuarto mandamiento en Sina\u00ed. Los problemas de Ad\u00e1n y Eva en el huerto empezaron cuando codiciaron el fruto del \u00e1rbol de la ciencia del bien y del mal (G\u00e9nesis 3:6), lo cual era una violaci\u00f3n al d\u00e9cimo mandamiento. Cuando Ca\u00edn mat\u00f3 a Abel, Dios lo castig\u00f3 por homicidio (G\u00e9nesis 4:5-13), sexto mandamiento. Jacob orden\u00f3 a su familia deshacerse de los \u00eddolos (35:1-4), segundo mandamiento. Jos\u00e9 sab\u00eda que tener una aventura con la esposa de Potifar hubiera sido una \u201cgran maldad y un pecado terrible en contra de Dios\u201d (39:9), y Jacob sab\u00eda que robar era malo (30:33), s\u00e9ptimo y octavo mandamiento.<\/p>\n

Lo que Dios dijo a Abraham 500 a\u00f1os antes del Sina\u00ed es similar a la ley y a los temas de bendiciones del salmo 119: \u201ctodas las naciones de la tierra ser\u00e1n benditas en tu simiente, por cuanto oy\u00f3 Abraham mi voz y guard\u00f3 mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes\u201d (G\u00e9nesis 26:4, 5; compare con Deuteronomio 30:10).<\/p>\n

En otras palabras, cuando Dios habl\u00f3 los Diez Mandamientos en el Monte Sina\u00ed, \u00a1no hubo sorpresas en su contenido! Para estar seguro, los israelitas no siempre hab\u00edan seguido esas leyes, y quiz\u00e1 ni las hab\u00edan obedecido o ense\u00f1ado consistentemente en Egipto. Pero los principios del dec\u00e1logo eran bien conocidos al pueblo de Dios antes del Monte Sina\u00ed, aunque probablemente antes de eso los mandamientos no estaban en forma de c\u00f3digos. Pero aun as\u00ed, aunque no estaban escritos formalmente no significa que los mandamientos no exist\u00edan, y el que se les diera un c\u00f3digo en el Monte Sina\u00ed no significa que eran algo nuevo en ninguna manera.<\/p>\n

Peg\u00e1ndonos donde nos \u201cDuele\u201d<\/b><\/h3>\n

Ciertamente, nuestro Dios escogi\u00f3 con mucho cuidado y deliberadamente los principios que habl\u00f3 desde el Monte Sina\u00ed. \u00c9l conoc\u00eda la naturaleza de los seres humanos que hab\u00eda creado. Conoc\u00eda sus debilidades y las \u00e1reas donde ellos probablemente podr\u00edan desviarse. As\u00ed como un barandal de protecci\u00f3n, los mandamientos que pronunci\u00f3 eran para advertirnos, \u201c\u00a1No! \u00a1No hagas eso! \u00a1Sigue el camino correcto, o te vas a hacer da\u00f1o!\u201d<\/p>\n

Como encontramos por todas las Escrituras, el salmista uso con frecuencia la met\u00e1fora de un camino. La vida es un viaje; y la ley ayuda a definir e iluminar la mejor forma de caminar: \u201cTu Palabra es una l\u00e1mpara a mis pies, y una lumbrera a mi camino\u201d (Salmos 119:1-5, 105).<\/p>\n

El salmista dice que vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, mantienen nuestros ojos en el camino de la pureza y preserva la vida. Tambi\u00e9n nos prepara para \u201codiar cada camino equivocado\u201d (vv. 9, 37, 128). Pero a menudo las personas prefieren dirigir sus propios pasos, encontrar su propio camino, y refugiarse en cosas tangibles para sentirse seguros en lugar de buscar la Palabra de Dios. Un gran n\u00famero de dioses han sido adorados por la gente a trav\u00e9s de las edades; incluso en la actualidad, tenemos al dinero, prosperidad, y posesiones materiales. Los mandamientos confrontan \u00e9sta \u00e1rea tan d\u00e9bil: \u201cNo tendr\u00e1s dioses ajenos delante de m\u00ed. No te har\u00e1s imagen. . . .\u201d Es parte de la naturaleza humana resistir a la autoridad \u2014 oponernos a nuestros padres, tener lujuria por el placer sexual, desear lo que otros tienen, protegernos a nosotros mismos con mentiras. Tambi\u00e9n es parte de la naturaleza humana querer dedicar todo nuestro tiempo al trabajo o al placer personal. Quiz\u00e1 nuestro tiempo es lo m\u00e1s dif\u00edcil de renunciar. Se necesita mucha fe para confiar en que Dios nos va a sostener por siete d\u00edas, aunque solo trabajemos seis.<\/p>\n

En su carta a Timoteo, Pablo explica el papel de la ley de atacar nuestra naturaleza rebelde:<\/p>\n

Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa leg\u00edtimamente, conociendo esto: que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los imp\u00edos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, seg\u00fan el glorioso evangelio del Dios bienaventurado, que a m\u00ed me ha sido encomendado (1:8-11).<\/p>\n

Entonces Dios sab\u00eda exactamente lo que estaba haciendo, estableciendo el camino de la ley en \u00e1reas importantes de nuestra humanidad, dirigiendo y protegi\u00e9ndonos del sufrimiento que resulta de hacer lo que nuestra \u201cnaturaleza\u201d nos dicta. De hecho, se ha dicho que no somos nosotros los que guardamos los mandamientos; \u00a1ellos son los que nos guardan a nosotros! Lo cual quiere decir, que nos guardan del dolor que resulta de dar rienda suelta a nuestros deseos carnales.<\/p>\n

Nuestra tendencia a desviarnos del camino tambi\u00e9n es importante en el salmo 119. Despu\u00e9s que el salmista clama, \u201cCon todo mi coraz\u00f3n te he buscado; no me dejes desviar de tus mandamientos.” Al comienzo del salmo, el concluye en el \u00faltimo verso, \u201cYo anduve errante como una oveja extraviada; busca a tu siervo . . . \u201d (vv. 10, 176).<\/p>\n

La tendencia a desviarse es otra forma de decir que tenemos la tendencia de pecar al quebrantar la ley de Dios.<\/p>\n

Esto nos lleva a nuestro pr\u00f3ximo tema.<\/p>\n

Apuntando hacia un Salvador<\/b><\/h3>\n

Al mismo tiempo que Dios, a trav\u00e9s de los Diez Mandamientos, estaba mostrando a las personas como evitar gran parte del dolor individual y social, tambi\u00e9n estaba demostrando a los seres humanos que tan lejos hab\u00edan ca\u00eddo de la santidad de Dios, que tan culpables somos del pecado y que tan desesperadamente necesitamos su perd\u00f3n, su gracia y justificaci\u00f3n. La ley es una bendici\u00f3n, no solamente nos ense\u00f1a a diferenciar lo bueno de lo malo, pero especialmente nos muestra la necesidad que tenemos de un Salvador. Porque la ley condena el pecado en nosotros y nos lleva silenciosamente a nuestras rodillas (Romanos 3:19; 1 Corintios 15:56). As\u00ed como el salmista que no quiere pecar en contra de Dios sino que confiesa que es como una oveja perdida, as\u00ed como el publicano en el templo, as\u00ed debemos tambi\u00e9n nosotros clamar, \u201c\u00a1Oh Dios, ten compasi\u00f3n de m\u00ed, que soy pecador!\u201d (Salmos 119:11, 176; Lucas 18:13).<\/p>\n

La ley nos pone en la misma posici\u00f3n que el ap\u00f3stol Pablo, quien confes\u00f3 su inhabilidad de resistir completamente el pecado y quien a\u00fan se consideraba a s\u00ed mismo como el peor de los pecadores (lea Romanos 7:23-25 y 1\u202fTimoteo 1:15). En estos versos, Pablo suena como el salmista, quien ama la ley pero no presume de que pueda salvarlo, sino como alguien que en lugar de eso clama a Dios por su compasi\u00f3n para que lo libere: \u201cVenga a mi tu misericordia, Jehov\u00e1; tu salvaci\u00f3n, conforme a tu dicho\u201d (119: 41, compare con los versos 76, 77, 88, 94, 134, 170 y los dem\u00e1s). Aqu\u00ed vemos al salmista anticipando la obra de la gracia de Dios en el Mes\u00edas (Jes\u00fas) y en el nuevo pacto.<\/p>\n

A los G\u00e1latas, el ap\u00f3stol Pablo les escribi\u00f3 que la ley era el instructor tray\u00e9ndolos a Cristo (3:24). Por el contexto es claro que se estaba refiriendo al antiguo pacto completo y codificado del sistema legal, el cual fue a\u00f1adido algunos 430 a\u00f1os despu\u00e9s de la promesa inicial que Dios le hizo a Abraham. Este sistema legal sirvi\u00f3 como un maestro para ense\u00f1ar a Israel acerca del pecado, sus consecuencias y su propia incapacidad de ser santo como Dios lo es.<\/p>\n

Bajo el antiguo pacto, la ley, como nos advierte Deuteronomio 27-28, podr\u00eda traer bendiciones por obedecer o maldici\u00f3n por no hacerlo. Debido al poder que tiene el pecado en el coraz\u00f3n del hombre, la ley, que ten\u00eda la intenci\u00f3n de bendecir, vino a ser una maldici\u00f3n (G\u00e1latas 3:13; Daniel 9:11). La ley misma profetiz\u00f3 este resultado, as\u00ed como la soluci\u00f3n del nuevo pacto que seguir\u00eda (Deuteronomio 30, 32). Aunque los cristianos ya no est\u00e1n bajo el antiguo pacto, la ley de Dios en su esencia, la cual refleja la santidad y la gloria de Dios y su voluntad para sus hijos, continua apuntando nuestro pecado y nuestra necesidad de un Salvador. Y sigue haciendo por nosotros lo mismo que hizo por Pablo y David. La ley nos confronta con nuestro pecado y nos lleva a estar de rodillas ante la misericordia de Dios y la cruz de Cristo (Salmo 51; 1 Timoteo 1:12-15).<\/p>\n

\u00bfC\u00f3mo Debemos Vivir?<\/b><\/h3>\n

Despu\u00e9s que aceptamos el sacrificio de Jes\u00fas por fe y hemos sido reconciliados con Dios por medio de su gracia, ahora que somos hijos de Dios y estamos sentados en lugares celestiales en Jesucristo (Efesios 2:4-9), estamos obligados a preguntar, \u201c\u00bfC\u00f3mo quiere nuestro Padre que vivamos? \u00bfQu\u00e9 desea que hagamos?\u201d<\/p>\n

Esto nos lleva de regreso a la Palabra de Dios, a \u201ctodas las Escrituras\u201d y nuestro \u201centrenamiento en justicia\u201d (2 Timoteo 3:16-17), de G\u00e9nesis a Apocalipsis, incluyendo las instrucciones y preceptos del antiguo pacto entendido a la par y a trav\u00e9s de las ense\u00f1anzas de Jesucristo (Mateo 5:17-48).<\/p>\n

Cuando consideramos todos estos principios, leyes y ens\u00f1anzas, lo hacemos como personas que no est\u00e1n \u201cbajo la ley\u201d como medio de salvaci\u00f3n, sino \u201cbajo la gracia\u201d y \u201cen Cristo\u201d por fe. \u00a1\u00c9sto es el nuevo pacto! Aunque ya no estamos bajo esa particular y legal forma del pacto en el Sina\u00ed, la ley eterna, moral que refleja la naturaleza, la gloria y la voluntad de Dios para la conducta humana, la cual exist\u00eda antes del Sina\u00ed, tambi\u00e9n contin\u00faa despu\u00e9s del Calvario en el nuevo pacto (Jerem\u00edas 31:31-33; Hebreos 10: 16, 17). La forma que toma el pacto de Dios ha cambiado en Cristo, pero el contenido moral de la ley de Dios, y su poder para revelar el bien y el mal permanecen. Esto incluye lo b\u00e1sico, tales como los dos grandes mandamientos mencionados anteriormente: \u201cAmar\u00e1s a tu pr\u00f3jimo como a ti mismo\u201d (Lev\u00edtico 19:18) y \u201cAmar\u00e1s al Se\u00f1or tu Dios con todo tu coraz\u00f3n, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas\u201d (Deuteronomio 6:5), de la cual Jes\u00fas dice, depende toda la ley y los profetas (Mateo 22:37-40).<\/p>\n

Aclarando No Estamos \u201cBajo la Ley\u201d <\/b><\/h3>\n

El ap\u00f3stol Pablo declara repetidamente en sus escritos que los cristianos no est\u00e1n \u201cbajo la ley\u201d y que no son salvos por guardarla. Consideremos los siguientes pasajes de Romanos y G\u00e1latas:<\/p>\n

Porque por las obras de la ley ning\u00fan ser humano ser\u00e1 justificado delante de \u00e9l . . . (Romanos 3:20).<\/p>\n

Pues no est\u00e1s bajo la ley, sino bajo la gracia (6:14).<\/p>\n

Por las obras de la ley nadie ser\u00e1 justificado (G\u00e1latas 2:16).<\/p>\n

Pero si son guiados por el Esp\u00edritu, no est\u00e1n bajo la ley (5:18).<\/p>\n

Estas y otras declaraciones en los escritos de Pablo nos aclaran que no estamos bajo la ley en por lo menos tres maneras muy importantes:<\/p>\n

1. No estamos bajo condenaci\u00f3n<\/i> por causa de la ley por haberla quebrantado, porque hemos sido rescatados del castigo del pecado (muerte) por la sangre de Jesucristo. El Nuevo Testamento dice que el pecado es la transgresi\u00f3n de la ley (Romanos 3:20; 5:20; 7:7-9; 1 Corintios 15:56; 1 Timoteo 1:9; Hebreos 10:17; Santiago 2:9; 1 Juan 3:4), y que uno de los prop\u00f3sitos de la ley es se\u00f1alar el pecado. En su forma del antiguo pacto, la ley solamente pod\u00eda traer el castigo de la condenaci\u00f3n, pero \u201cno hay condenaci\u00f3n para los que est\u00e1n en Cristo Jes\u00fas\u201d (Romanos 8:1). En el nuevo pacto, el sacrificio de Jes\u00fas, previsto en la antigua ley sacrificial, nos ha liberado de la pena de muerte (la ley maldici\u00e9ndonos) y despu\u00e9s del poder del pecado (nuestro propio quebrantamiento de la ley).<\/p>\n

El salmista, al igual que Pablo, anticipa la libertad del dominio del pecado por medio de la intervenci\u00f3n de gracia de nuestro Dios: \u201cOrdena mis pasos con tu palabra, y ninguna maldad se ense\u00f1oree de mi\u201d (Salmos 119:133).<\/p>\n

2. Nuestra relaci\u00f3n con Dios no est\u00e1 basada en ninguna ley, no en los Diez Mandamientos, no en \u201cAma a tu pr\u00f3jimo como a ti mismo,\u201d ni siquiera en las ense\u00f1anzas de Jes\u00fas en el Serm\u00f3n del Monte. Si nuestra posici\u00f3n ante Dios estuviera basada en cualquiera de estas, ser\u00eda legalismo. Pero Pablo es enf\u00e1tico. La ley no es un medio de salvaci\u00f3n, para justificarnos delante de Dios, o para reconciliarnos con \u00e9l. La ley nos muestra nuestro pecado y nos condena como pecadores que somos, pero no tiene poder para salvar o perdonar. Solo el sacrificio de nuestro Se\u00f1or Jes\u00fas, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, puede llevarnos a formar parte de la familia de Dios. Solo la gracia y la justicia que nos es dada y que mantenemos por medio de la fe, puede lograr esto (Romanos 10:1-10).<\/p>\n

Esta verdad es tan cierta para los creyentes del antiguo pacto como lo es para los del nuevo. Aunque el salmista alaba mucho la ley de Dios y desea obedecerla, lo que es m\u00e1s evidente en el salmo 119 es su cercana relaci\u00f3n con Dios y la dependencia que ten\u00eda en su gracia: \u201cVenga a mi tu misericordia, Jehov\u00e1; tu salvaci\u00f3n conforme a tu dicho\u201d y \u00a1Tuyo soy yo, s\u00e1lvame . . . ! (vv. 41, 94a). Aunque la obediencia a la voluntad de Dios es muy importante, la relaci\u00f3n con \u00e9l siempre se basa \u00fanicamente en su gracia.<\/p>\n

3. Ya no estamos bajo la ley como se entiende \u201cbajo\u201d en el antiguo pacto. <\/i>No necesitamos convertirnos en jud\u00edos por medio de la circuncisi\u00f3n, o confiar en los sacrificios del templo o en rituales sacerdotales para tratar con la culpa del pecado o su control sobre nosotros. Jes\u00fas inaugur\u00f3 un nuevo pacto por medio de su sangre (Lucas 22:20; Hebreos 12:24). Sin embargo, bajo este nuevo pacto, as\u00ed como el antiguo, la confianza es seguida por la obediencia (Romanos 6:12-17). Todos los escritores del Nuevo Testamento dejan en claro que la fe genuina est\u00e1 viva, activa, y acompa\u00f1ada por una vida transformada (G\u00e1latas 5:6; Efesios 2:10; Santiago 2:26), en donde el esp\u00edritu de la ley se vive desde el coraz\u00f3n. Pablo, por ejemplo, describe las prioridades para la vida cristiana de esta forma: \u201cLa circuncisi\u00f3n nada significa, y la incircuncisi\u00f3n nada significa; lo que importa es guardar los mandamientos de Dios\u201d (1 Corintios 7:19). Esto resuena con las positivas ense\u00f1anzas del salmo 119 acerca de la ley y la vida moral que este salmo sostiene.<\/p>\n

Positivos de la Ley <\/b><\/h3>\n

Para el ap\u00f3stol Pablo, la relaci\u00f3n fundamental de fe del nuevo pacto en Cristo por medio del Esp\u00edritu cumple remarcablemente con todas las cosas que la ley del antiguo pacto intent\u00f3 pero que nunca pudo alcanzar; justicia y vida (Romanos 2:25-29; 8:1-10). Esto cumple la promesa de los profetas; conformidad con la voluntad santa y justa de Dios como se expresa en su ley (Jerem\u00edas 31:31-33; Ezequiel 36:25-27; 2 Corintios 3:2-10, 18; Hebreos 10:16, 17). Este tema de liberaci\u00f3n de las limitaciones humanas inherentes y el futuro cumplimiento por iniciativa misericordiosa de Dios abunda en el salmo 119, y es la base del estado bendito y fundamental de obediencia que se presenta en sus dos primeros versos.<\/p>\n

El ap\u00f3stol Pablo, ten\u00eda la ley en alta estima. Al igual que el salmista, la consider\u00f3 \u201csanta, justa y buena\u201d (Romanos 7:12, 22; Salmos 119: 70, 77). Estas declaraciones no contradicen las ense\u00f1anzas de Pablo acerca de no estar bajo la ley. \u00c9l nos ofrece una clara resoluci\u00f3n a la aparente contradicci\u00f3n.<\/p>\n

Solo Dios da vida (Romanos 8:11; Salmos119:40). La ley no es el medio por el cual entramos a la vida, o a una relaci\u00f3n con Dios. \u00a1Jes\u00fas es! Sin embargo, como un reflejo de la naturaleza de Dios y su voluntad para su pueblo redimido, como medida de una conducta justa de aquellos que tienen una relaci\u00f3n con \u00c9l por gracia, la ley es relevante, aplicable, y verdaderamente digna. Siempre perteneciendo a la vida del pacto, la ley est\u00e1 incrustada en lo nuevo de la misma manera que estaba en el antiguo: Este es el pacto que har\u00e9 con ellos despu\u00e9s de aquellos d\u00edas, dice el Se\u00f1or: Pondr\u00e9 mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribir\u00e9\u201d (Hebreos 10:16).<\/p>\n

La vida esclavizada a la carne es \u201chostil para Dios.\u202f.\u202f.no se sujeta a la ley de Dios.\u202f.\u202f.y no puede complacer a Dios,\u201d pero la vida en el Esp\u00edritu es contraria a esos tres (Romanos 8:7-10), justo como Ezequiel lo profetiz\u00f3: \u201cY les dar\u00e9 otro coraz\u00f3n y pondr\u00e9 en ellos un nuevo esp\u00edritu . . . Para que anden en mis ordenanzas y guarden mis decretos\u201d (11:19a, 20a).<\/p>\n

La transformaci\u00f3n del coraz\u00f3n, es central para el nuevo pacto, y para la compleja visi\u00f3n del Nuevo Testamento, tambi\u00e9n es esencial en el Salmo 119. El salmista ora catorce veces por su \u201dcoraz\u00f3n\u201d en referencia a la fidelidad a la ley de Dios. Se escucha un grito que anhela tener un coraz\u00f3n conforme al nuevo pacto:<\/p>\n

Dame entendimiento, guardar\u00e9 tu ley y la cumplir\u00e9 de todo coraz\u00f3n\u202f.\u202f.\u202f. Inclina mi coraz\u00f3n a tus testimonios y no a la avaricia (vv. 34, 36).<\/p>\n

En una forma positiva, Pablo llama a la nueva relaci\u00f3n del coraz\u00f3n con la ley bajo el nuevo pacto la \u201cley de la fe\u201d, la \u201cley del esp\u00edritu de vida en Cristo Jes\u00fas\u201d, y la \u201cley de Cristo\u201d (Romanos 3:27; 8:2; G\u00e1latas 6:2). Santiago describe la ley en la experiencia cristiana como \u201cla perfecta ley que da libertad\u201d y la \u201cley real que encontramos en las Escrituras\u201d (1:25; 2:8). Juan se refiere a la orientaci\u00f3n que tenemos hacia la ley en el nuevo pacto de la siguiente manera: \u201cEste es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos .\u202f.\u202f.\u201d (1 Juan 5:3; compare con Juan 14:15).<\/p>\n

Estos autores del Nuevo Testamento suenan como el salmista en el Salmo 119, quien podr\u00eda hablar con tanta confianza sobre la bendici\u00f3n que es la ley de Dios y su Palabra. Sus palabras est\u00e1n firmemente fundamentadas en la fe de Cristo del nuevo pacto y en la obra transformadora de su Esp\u00edritu Santo. Nuestro Se\u00f1or Jes\u00fas mismo, nos ense\u00f1a como debemos entender y cumplir la ley en nuestras vidas, la cual el Nuevo Testamento resume como la ley del amor (Mateo 5:17-20; compare con Romanos 2:27; 8:4; 13:8; G\u00e1latas 5:14; Santiago 2:8).<\/p>\n

Analog\u00eda del Pacto<\/b><\/h3>\n

Digamos que usted firma un contrato de arrendamiento del s\u00f3tano de una casa. El due\u00f1o de la casa vive en la parte de arriba. El contrato especifica que usted tiene que podar el c\u00e9sped, quitar la nieve, sacar su basura juntamente con la suya cada jueves en la ma\u00f1ana, llevar una vida tranquila etc. Usted conoce muy poco al due\u00f1o, y realmente no disfruta sus obligaciones, pero usted accede porque necesita un lugar para vivir.<\/p>\n

Despu\u00e9s, usted empieza a conocer y a respetar al due\u00f1o en forma personal. Tambi\u00e9n el empieza a conocerlo a usted y a apreciarlo, poco m\u00e1s adelante, el due\u00f1o le revela que \u00e9l es su padre biol\u00f3gico como resultado de un corto matrimonio que tuvo cuando era muy joven. \u00c9l le dice que usted es su \u00fanico heredero, y que va a romper el contrato, y que usted puede seguir viviendo con \u00e9l y que puede tener acceso a toda la casa. \u00a1Que bendici\u00f3n! Usted acepta.<\/p>\n

\u00bfPero ahora que pasa con la podada del pasto, quitar la nieve y sacar la basura? \u00bfPueden olvidarse estas obligaciones solo porque ya no hay un contrato? Al contrario, todav\u00eda necesitan realizarse, y no solo porque est\u00e1n escritas en un pedazo de papel sino porque todav\u00eda son parte de lo que el due\u00f1o \u2014 quien ahora es su padre\u2014 desea. Ahora usted realiza estas actividades y muchas m\u00e1s por amor y gratitud hacia su padre porque lo que usted quiere es complacerlo y porque alg\u00fan d\u00eda esa casa ser\u00e1 suya. Usted empieza a ayudar a su padre en cosas que van m\u00e1s all\u00e1 de lo que estaba escrito en el contrato.<\/p>\n

En forma similar, la inmutable voluntad de Dios que se escribi\u00f3 en su \u201ccontrato de arrendamiento\u201d con el antiguo pueblo de Israel es relevante para los creyentes que han sido redimidos en el siglo 21, aunque no estemos bajo ese contrato.<\/p>\n

Pero ahora no solo obedecemos porque \u00c9xodo 20 lo dice. M\u00e1s bien, obedecemos por la raz\u00f3n fundamental de que complace a nuestro Padre y Redentor. En efecto, la voluntad de Dios ahora est\u00e1 escrita en nuestros corazones por medio de su Esp\u00edritu Santo, como lo dicen las Escrituras (Hebreos 10:15-18; Jerem\u00edas 31:31-34).<\/p>\n

Cada d\u00eda al levantarnos no empezamos a preguntarnos, \u201c\u00bfQu\u00e9 tengo <\/i>que hacer hoy?\u201d sino \u201c\u00bfC\u00f3mo puedo complacer<\/i> a mi Se\u00f1or este d\u00eda?\u201d Para contestarnos esta pregunta, buscamos en todas las Escrituras \u2014 la Ley, los Profetas y los Salmos; los Evangelios, Hechos, los escritos del ap\u00f3stol Pablo y de los otros ap\u00f3stoles.<\/p>\n

Para estar seguros, hay muchos elementos del antiguo pacto que ya no son importantes \u2014 as\u00ed como en la analog\u00eda del contrato de arrendamiento, hab\u00eda t\u00e9rminos del contrato escrito que dejaron de ser importantes despu\u00e9s que el due\u00f1o de la casa lo rompi\u00f3, como por ejemplo los pagos de renta. Ahora solo los principios b\u00e1sicos reflejados en los t\u00e9rminos del contrato permanecen.<\/p>\n

Por supuesto, no todos los cristianos estar\u00e1n de acuerdo justamente en cuales ense\u00f1anzas del antiguo pacto todav\u00eda son importantes para aquellos salvos por gracia. Pero todo deber\u00eda estar motivado por amor a Dios, no por un sentido de obligaci\u00f3n para cumplir con los t\u00e9rminos del antiguo \u201ccontrato de arrendamiento.\u201d<\/p>\n

Esta relaci\u00f3n de nuevo pacto con Dios y su ley nos lleva totalmente al Salmo 119:1, 2 y a esas dos bendiciones para aquellos que caminan en la ley del Se\u00f1or y lo buscan con todo su coraz\u00f3n.<\/p>\n

Esta forma de vida fue ordenada desde el principio: \u201cGuarden todos estos mandamientos que yo les prescribo para que los cumplan, y si aman a Jehov\u00e1, su Dios, anden en todos sus caminos y s\u00edganlo a \u00e9l\u201d (Deuteronomio 11:22, compare con 5:33; 8:6; 10:12; 13:5; 19:9; 26:17; 28:9; 30:16).<\/p>\n

Pero no fue hasta que el nuevo pacto fue establecido por Cristo y experimentado por medio del Esp\u00edritu, que este mandamiento de amar y obedecer a Dios finalmente se cumpli\u00f3.<\/p>\n

Esa bendita forma de vida en Jes\u00fas, anticipada por el salmista, ahora es manifestada por aquellos que \u201candan en novedad de vida . . . Para que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al esp\u00edritu\u201d (Romanos 6:4; 8:4; Juan 14:6).<\/p>\n

Bendici\u00f3n Final<\/b><\/h3>\n

Por todo el Nuevo Testamento, Jes\u00fas, Pablo, Santiago y los otros ap\u00f3stoles mencionan libremente las leyes del Antiguo Testamento, las \u00fanicas Escrituras existentes en ese tiempo. Ellos hacian menci\u00f3n de la ley muchas veces, repitiendo de palabra o en principio todos los Diez Mandamientos y otras muchas leyes del Antiguo Testamento, aun cuando afirman que nuestra justicia delante de Dios no puede ser ganada o retenida por observar las leyes. Ellos entienden perfectamente que la ley no es un medio de salvaci\u00f3n. Pero como un reflejo de la naturaleza de Dios, como una norma de la conducta humana, y como una fuente para entender la voluntad de Dios para sus hijos, toda la ley de las Escrituras y los mandamientos espec\u00edficos individuales que contiene son importantes.<\/p>\n

El salmista tambi\u00e9n entendi\u00f3 estas distizy nciones, igual que Pablo. Las dos bendiciones del salmo 119:1, 2 para aquellos que caminan en la ley del Se\u00f1or est\u00e1n balanceadas con las dos bendiciones del salmo 32:1, 2 para aquellos que han sido salvos por la gracia del Se\u00f1or: \u201cBienaventurado aquel cuya transgresi\u00f3n ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehov\u00e1 no culpa de iniquidad.\u201d Asi que al final, la bendici\u00f3n de la gracia y la verdad van de la mano: \u201cBienaventurado el hombre que en ti confia .\u202f.\u202f. Bienaventurado aquel .\u202f.\u202f. que en tu ley lo instruyes\u201d (Salmos 84:12; 94:12). Tanto en el antiguo como en el nuevo pacto.<\/p>\n

Por lo tanto, los cristianos deber\u00edan poder decir con todo su coraz\u00f3n junto con el salmista y el ap\u00f3stol Pablo, \u201c\u00a1Oh, cuanto amo yo tu ley! . . . Tus estatutos son maravillosos . . . Si tu ley no hubiera sido mi delicia, habr\u00eda perecido en mi aflicci\u00f3n . . . la ley es buena . . . Yo me deleito en la ley de Dios . . . Yo mismo con mi mente soy un esclavo de la ley de Dios.\u201d<\/p>\n\"Facebook\"<\/a>\"twitter\"<\/a>\"mail\"<\/a>","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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